Soy más que una “latina caliente”
Hace unos años, cuando swipeaba en Tinder para conocer gente me encontré con un personaje que ha sido tema de conversación unas cuantas veces. Luego de tres escuetas líneas en el chat, me sale con esta genialidad:
- "¿Eres venezolana? ¡¡Qué guay!! Yo necesito una latina caliente en mi vida, porque las españolas no follan"
Este fue el comentario graciosillo del "Tinder-amigo" al enterarse de dónde era. Por razones obvias, después de esta sentencia se llevó dos zascas al estilo Sofía Vergara - Pablo Motos y pasó directamente a la lista negra de bloqueados.
Inevitablemente empecé a preguntarme: ¿en qué momento a este señoro le pareció un halago aquello de latina caliente? ¿Cuántos personajes aún se dejan llevar y creen fielmente en estos estereotipos? ¿En realidad él pensó que sería receptiva y que saldría corriendo a su casa con un vestido de látex para bailarle la mazukamba?
Ironías aparte, es claro que SÍ piensan que fetichizar la raza puede generar un efecto positivo y que, sin duda alguna, nos sentiremos halagadas ante este tipo de comentarios.
Debo decir que he unos cuantos de este estilo desde que salí de mi país hace 13 años. Algunos más sutiles que otros, pero todos respondiendo al estereotipo de la "latina fogosa". Confieso que me han molestado siempre, pero no tanto como hasta el momento en el que empecé realmente mi proceso de deconstrucción. Porque sí, nosotras también tenemos que deconstruirnos constantemente para entender el feminismo y nuestro lugar en la sociedad desde una óptica real y crítica.
El caso es que no sólo nos cosifican, sino que pasamos a ser el fetiche racializado de "caliente y facilona". Lo que viene siendo "un completo" del despropósito machista.
Y no es que esté en contra de los fetiches. NO. Pero ni tú lugar de nacimiento, ni tu raza y el estereotipo que se ha mantenido en torno a ello, te convierte en un "objeto exótico". Lo siento no soy una "paraulata tropical en peligro de extinción" ni un souvenir decorativo traído directamente de Latinoamérica.
No pretendo decir que la mirada sexual sea negativa, lo que no está bien es que se sostenga sobre tus rasgos o tu cultura. La raza no nos sexualiza a priori, es otro constructo más, que está normalizado y erotizado. Es cruel y violento querer satisfacer el fetiche sólo por ser latina, negra o asiática, por mencionar algunos. Que lo único que genere interés erótico sea mi lugar de nacimiento o mi cultura es, cuando menos, vejatorio.
Y si bien es cierto que esto también ocurre con las personas con pene, es mucho más frecuente en las personas con vulva.
Voy a dejar caer algunas frases "geniales" (nótese la ironía) que estoy segura que han escuchado más veces que el ave María.
Las latinas son calientes, deben ser un polvazo.
Yo nunca he follado con una china ¿será que la tienen diferente?
Esa negra se tiene que mover como las diosas.
¿Es negro? Vaya p0ll0n debe tener...
Si es filipina es sumisa en casa y en la cama.
Eres mi guapa para ser China.
Básicamente, somos más que nuestro color de piel, nuestro acento o lugar de origen. La mirada sexual debería estar motivada por múltiples razones, que trasciendan el cómo debería comportarme sexualmente de acuerdo con el estereotipo.
Somos más que la presión que supone satisfacer estas ideas tan arraigadas. Seré lo que quiera ser, en el momento que así lo desee y con la persona que me motive y me apetezca.